Si o No a las fiestas extranjeras

Para las personas que están cerca de niños hay un antes y un después de ese nacimiento. Nos transforma por completo. Antes de tener a mi hija yo no estaba de acuerdo con celebrar las fiestas foráneas, no me gustaba halloween, para transmitírselo a ella como celebración e incluso pensaba que el viejito pascuero era una mala idea, porque ni mi familia ni yo somos católicos y no le veía el sentido a celebrar algo que no sentía como propio, a pesar de que en mi casa siempre se celebró navidad por tradición. Lo mismo pensaba de mickey mouse, barbie, etc, y lo que pienso ahora sobre aquello da para otro post. 

Cuando nació la pequeña, mi punto de vista cambió, vi en estas fiestas un momento de celebración, de entretención para ella, y de compartir, independiente de donde provengan. Nosotros disfrutamos de planear el disfraz, y tratamos de hacerlo nosotros mismos siempre y Celeste opina y participa en todo. Acá en el lugar donde vivo los niños se juntan y salen juntos por las casas. Incluso hay una señora del barrio que tiene un jardín de plantas y todos los años realiza una pequeña fiesta fuera de su jardín, pone música y les entrega a todos los niños un paquetito que ella misma hace con dulces. Es que, en definitiva creo que es uno el que le aporta el sentido a las fiestas y las hace propias para entregárles mensajes que considera sanos para sus hijos.